lunes, 16 de julio de 2012

Guerra - Parte 1



¡El aroma de la muerte está presente, y la esencia del dolor se cuela al rincón más recóndito!

¡El perfume de la sangre se deja sentir en todo el campo de batalla. Los débiles son los que más rápido caen, y suman una unidad sin importancia al montón de cuerpos agonizantes!

¡Cada alma torturada le grita a su verdugo, esperando inútilmente el pasar un momento sin dolor antes de morir, mientras él le rasga la carne viva, y deshilacha sus músculos fibra por fibra!

¡Los condenados luchan ferozmente contra sus propios huesos, los cuales están siendo usados para golpear brutalmente a su propietario original!

¡La hostilidad y la crueldad son habilidades elementales de supervivencia en estos campos donde la vida misma es un privilegio para los pocos afortunados que logran conservarla!

¡"Tortura o serás torturado" es la única verdad que vale y la única ley que rige esta guerra!

¡Aquél que desee comer y hacer la miseria más tolerable, debe agarrar puñados de tierra regados por sangre rancia, como único alimento!

¡Los que deseen recuperar energías deben comer de los gusanos que se alimentan de cuerpos muertos, y comer la carne putrefacta de aquellos que fueron demasiado débiles para sobrevivir!

En ningún caso se debe bajar la guardia...¡El menor descuido se paga recibiendo un sablazo en la espalda, perdiendo media cabeza, sufriendo mutilaciones al instante o siendo devorado por la gangrena!

¡No hay garantía alguna de seguir vivo o estar consciente después de que transcurran los próximos tres segundos!

¡La paz y la justicia no son más que sueños de débiles!

¡A nadie le importa si alguien vive o muere, pues todos y cada uno de los individuos son reemplazables si así se requiere!

- "Inclinaos ante mí, miserables" - Grita el Rey Maldito con voz de tempestad, asegurándose de que el conocimiento de su mandato penetre aun en el nervio más remoto del súbdito más sordo.