viernes, 2 de agosto de 2013

Dios es multipolar

La altruista y desinteresada iglesia católica romana siempre nos ha dicho que es imposible entender el misterio de la Santísima Trinidad. Se nos dice que Dios es una sola persona y tres a la vez

Pero hoy, mientras me rascaba las bolas, me llegó la inspiración divina para poder entenderlo y explicarlo todo. ¡Ha llegado la hora de que el mundo sepa a lo que el Señor se refería cuando nos dio a conocer este asunto tan trascendental, si bien sombrío y misterioso!

Hoy presencié una escena que se realizaba dentro de mi cabeza. Eran tres vocecitas necias que discutían apasionadamente la una con la otra. En efecto, eran el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

No me podía poner de acuerdo ni siquiera conmigo mismo.

Soy un hijo de Dios, así que heredé algunos de sus atributos (entre ellos éste).

Los profanos llamarán a esto "multipolaridad", "personalidad múltiple" o "trastorno". Yo lo llamo herencia divina de la cual enorgullecerse.

Este atributo divino lo vemos manifestado múltiples veces en la Sagrada Biblia.
Dios es una fuente de incertidumbre y adrenalina.
  • A veces es un tipo bonachón, compasivo, generoso y dadivoso que nos proporciona comodidades materiales, nos llena de amor y hace nuestra existencia más llevadera. (cuando Dios está en esta modalidad, se hace llamar "Jesucristo")
  • A veces es un tipo terrible y explosivo que se irrita ante cualquier pequeña estupidez como las que acostumbramos cometer los humanos, que se encoleriza contra los que le presentan oposición, por mínima que sea, y los desolla y descuartiza. (cuando Dios tiene estos subidones hormonales, se hace llamar "Jehová" o "el Padre [cabreado, supongo]")
  • A veces es un señor que duerme plácidamente y literalmente se olvida del mundo, o al menos eso parece. En su palabrerío dice que siempre está con nosotros, pero en la práctica es difícil imaginar a alguien más vago e inútil (personificado como el Espíritu Santo o como una palomita que se posa sobre la cabeza de su otra personificación, Jesucristo. Este simpático gesto lo llevó a cabo cuando se acababa de levantar de un sueño reparador y se encontraba de buen humor).
A través de las épocas hemos conocido todas las personalidades de Dios. En la época actual Dios está dormido, pero insistimos en molestarlo con incesantes plegarias, lo cual no debe ser muy placentero para él. No hemos de culparlo de que nos responda con un "JODEOS, DEJADME DORMIR", y, de manera molesta nos dirija de vez en cuando un puñetazo o un pedo, sacando a relucir su personalidad de Jehová cuando de verdad se harta.

lunes, 16 de julio de 2012

Guerra - Parte 1



¡El aroma de la muerte está presente, y la esencia del dolor se cuela al rincón más recóndito!

¡El perfume de la sangre se deja sentir en todo el campo de batalla. Los débiles son los que más rápido caen, y suman una unidad sin importancia al montón de cuerpos agonizantes!

¡Cada alma torturada le grita a su verdugo, esperando inútilmente el pasar un momento sin dolor antes de morir, mientras él le rasga la carne viva, y deshilacha sus músculos fibra por fibra!

¡Los condenados luchan ferozmente contra sus propios huesos, los cuales están siendo usados para golpear brutalmente a su propietario original!

¡La hostilidad y la crueldad son habilidades elementales de supervivencia en estos campos donde la vida misma es un privilegio para los pocos afortunados que logran conservarla!

¡"Tortura o serás torturado" es la única verdad que vale y la única ley que rige esta guerra!

¡Aquél que desee comer y hacer la miseria más tolerable, debe agarrar puñados de tierra regados por sangre rancia, como único alimento!

¡Los que deseen recuperar energías deben comer de los gusanos que se alimentan de cuerpos muertos, y comer la carne putrefacta de aquellos que fueron demasiado débiles para sobrevivir!

En ningún caso se debe bajar la guardia...¡El menor descuido se paga recibiendo un sablazo en la espalda, perdiendo media cabeza, sufriendo mutilaciones al instante o siendo devorado por la gangrena!

¡No hay garantía alguna de seguir vivo o estar consciente después de que transcurran los próximos tres segundos!

¡La paz y la justicia no son más que sueños de débiles!

¡A nadie le importa si alguien vive o muere, pues todos y cada uno de los individuos son reemplazables si así se requiere!

- "Inclinaos ante mí, miserables" - Grita el Rey Maldito con voz de tempestad, asegurándose de que el conocimiento de su mandato penetre aun en el nervio más remoto del súbdito más sordo.

sábado, 24 de marzo de 2012

El verdadero aliado

¡Jesús es el verdadero enemigo! ¡Satán es el verdadero aliado!

Pues, ¿Cómo puede un ser que humilla y pisotea a los que le alaban y le sirven ser considerado un amigo?

¿Cómo es que aquel que da libertad es considerado un enemigo?

¿Cómo podéis llamar “bueno” al “redentor” que disfruta psicóticamente de veros sufrir y deshaceros sin razón, aun hasta el polvo?

¿Cómo podéis llamar “malo” al padre de toda inteligencia y amor propio?

¿Por qué razón, oh, hipócritas, agradecéis empecinadamente a aquel que os arrebata todas vuestras pertenencias?

¿Por qué culpáis de vuestras desgracias a aquel “demonio” que os dirige hacie el triunfo?

¿Qué os lleva a poner en un pedestal al loco que delira y enseña que se debe poner la otra mejilla, y ser hollado por los pies de los débiles?

¡Un criminal de este tipo merece ser juzgado por delitos graves, y arrojado al manicomio sin ceremonia ni celebración!

¡Sus preceptos deben ser quemados, carbonizados y calcinados, sin gala alguna!

¿Qué progreso se ha hecho mediante el sufrimiento injustificado?

¿Qué logro se ha alcanzado con los preceptos del Gran Perdedor?

¿Qué belleza puede tener la corona de la incompetencia y la estupidez?

¿Qué cosa es digna de admiración de entre este amasijo de sinsentidos?

¡Ciertamente, aquel que exhorta a otros seres a vivir bajo pesada sumisión, y luego dice “venid los que estéis cargados, pues yo aliviaré vuestras cargas”, es el más grande hipócrita!

¡Ciertamente, aquél que llama a lo malo “bueno”, y a lo bueno lo llama “malo”, es un despreciable mentiroso que inculca en la gente visiones distorsionadas de la realidad!

¡Ciertamente, aquel que cree en los disparates de alguien así, está buscando un pretexto para no hacerse fuerte, quedándose en un estado de miseria, debilidad, mediocridad y necedad para siempre jamás!

¡Maldito aquél que se ha cegado, y no es capaz de contemplar la abundancia de sus alrededores!

¡Bendito aquel que usa sus ojos, pues ni la oscuridad ni las sombras lo engañarán!
¡Bendito aquél que huye de la miseria y trabaja para que sea cosa del pasado, pues será exitoso!

¡Malditos sean los débiles, pues serán esclavos y vasallos hasta el fin de sus días!

¡Benditos los fuertes, pues tendrán la grosura de la tierra y la vastedad del cosmos a su disposición hoy y por siempre!

Quejosos de pacotilla

"Con este gobierno no lograremos nada. Exigimos pan y justicia para todos."

"Yo soy un ciudadano que quiere un mejor país, y me voy a quejar."

"Hemos venido a protestar por las injusticias que se dan en esta nación."

Estos patéticos chillidos son muy típicos y propios de aquellos flojos que quieren que las cosas se les den peladas y en boca por papá gobierno. Parece que sólo saben quejarse y sólo saben pedir, en vez de poner manos a la obra.

Esto es comprensible, pues en nuestra naturaleza es inherente nuestro deseo primitivo de obtener el mayor beneficio con la menor carga de trabajo posible. Mucha gente sería feliz viviendo como los cerdos, que, en su asquerosa mediocridad, obtienen alimento de su amo sin trabajar.

Los cerdos quieren vivir, pero no tienen propósito alguno, sólo ocupar un espacio que bien podría ser ocupado por alguien más, y nadie lo notaría. Sus vidas sin significado no le importan a nadie, y sea que vivan o mueran, el mundo sigue girando, y a nadie le importará.

La mayoría de esos quejosos y llorones estarían en una mejor situación si se pusieran a trabajar y a aportar algo a este mundo. Esos llorones no son coherentes.

"El gobierno no nos da lo que necesitamos"

Yo tengo la solución: Si el jodido gobierno no nos da nada, obtengámoslo por nuestra propia cuenta.

- "Diosito, por favor, quiero ganar la lotería. Ya te lo he pedido muchas veces, y nunca me lo has concedido."
- "Pues, hijo, primero compra un puto billete de lotería y luego hablamos."

martes, 22 de noviembre de 2011

Perspectivas peligrosas

 Soy un miembro de otra especie. Posiblemente me pueda denominar "humano superior", así como los humanos se autodenominan "animales superiores".

Desde pequeño me mezclé y diluí en la sociedad de humanos comunes y corrientes. Se me dijo que yo era humano, y hasta llegué a pensar como un humano.

Afortunadamente no tengo esa peligrosa forma de pensar que se me intentó inculcar. La única forma de analizar a la susodicha especie, es mirarla desde fuera. Los seres superiores no deberían ser educados como seres inferiores, pues eso es un desperdicio gigantesco y una vergüenza que demerita su capacidad.

A los mismísimos humanos les es fácil observar y analizar a las ratas como los animales inferiores que son, pues no fueron educados entre ellas; de lo contrario, se creerían ratas.
De la misma manera, yo no me creo humano, a pesar de que fui criado como uno. He logrado mantenerme hermético en mi mentalidad, y he logrado no caer en sus primitivas trampas.

Los humanos son criaturas sumamente sugestionables. La educación que reciben es la que los determina. Y sin embargo, sus actitudes primitivas siempre salen a relucir.

He logrado no contaminarme con las imbéciles ideas que bombardean a las sociedades humanas. Las esquivo, tal como esquivaría a un primate aventándome enfermizas, húmedas y sustanciosas bolas de mierda.
Esos mismos primates quieren que trague esas excrementicias bolas, pero yo no me dejo.
Es comparable a criarse entre los cerdos, pero sin corromperse uno mismo.


Es inevitable convivir con ellos. En este mundo infestado de humanos que se reproducen como conejos, es imposible estar solo.
Cuando convivo con ellos, evito que me laven el cerebro. Si yo me crío en una sociedad de cerdos idiotas, más me vale mantenerme al margen de sus viles maneras. Yo logro autoidentificarme: no soy uno de ellos.


No vale la pena enojarse con ellos, ni lamentarse por sus actitudes: son simplemente monos con aires de grandeza. La mayoría de ellos no cambiarán. Es parte de su naturaleza.

Pero de los instintos de reproducción, ni las criaturas más evolucionadas se escapan. Necesito conseguir una pareja...humana, por desgracia.

Obviamente soy elitista. No buscaré mi pareja entre los estratos más bajos y miserables de la humanidad. Es como buscar entre la mierda esperando encontrar un banquete de dioses.
Poca es la gente que me merece.

Buscaré entre la gente con logros, con expectativas, con atributos, con inteligencia, con ideas, sin hipocresía, con mentalidad de progreso y fuerza interna.
Buscaré entre gente más parecida a mí.
Buscaré entre la gente que más ha logrado aproximarse a mi naturaleza.

Posiblemente, en la búsqueda, encuentre eslabones entre la especie humana y la especie a la que pertenezco.

(Y, a veces, estos seres son víctimas de la envidia del vulgo, el cual alega, incorrectamente, que todos somos iguales)

jueves, 29 de septiembre de 2011

Manifiesto de las Élites

¿Qué buscas, sucio humano?

Estoy harto de ti. Estoy harto de gente como tú. Me da asco ser parte de tu cobarde especie ¿Sabes por qué? porque nos tratan como si fuésemos iguales.

Nadie en este maldito mundo es igual a otro; empezando por la enorme diferencia entre el resto de los humanos y yo. No me siento un humano. Cuando veo humanos mediocres como tú, llegan a mis ojos imágenes de un animal inferior. De cualquier modo, los humanos también suelen ser ligeramente diferentes entre sí, así como los miembros de especies inferiores son diferentes entre sí. No hay nada que se pueda hacer.

No quieras con esto justificar u omitir las diferencias entre tú y yo. He dicho que los humanos suelen ser ligeramente diferentes entre sí. Yo soy la excepción, pues las diferencias entre tú y yo son titánicas.
Tú representas a las masas, a los humanos comunes y corrientes que no han logrado (y nunca lograrán) ser mejores de lo que ahora son, ni superar al promedio. Tú representas la categoría más baja y (desafortunadamente) más abundante de la especie humana.

El dios cristiano dijo sabiamente: "Muchos son los llamados, mas pocos los escogidos".

Si deseas que te lo explique:
Hay muchos humanos, pero tan sólo un reducido número logra ser mejor que los demás.

Gente como tú, fiel repetidora de conceptos extraños, me llama "elitista".
¡Maldición! No me pidas que me sienta culpable a causa de que me repetiste esa gastada palabra. No hay ninguna duda de que la escuchaste de alguien más, de alguien como tú, que pretende hundir a los seres superiores en su mismo hoyo.

Quisiera que pudieras comprender que no todos son iguales. Me pregunto por qué no puedes comprender algo tan simple como eso.
Te engañas para creerte igual o incluso superior a mí.

Por supuesto que soy elitista. No quiero contaminarme de tu mediocridad. No deseo empeorarme y quedarme atrás. No quiero empezar a ser como tú; por eso, soy muy cuidadoso al escoger a mis amigos. Mis estándares son altos, lo sé. No quieras cambiar eso. Yo me esforzaré y seré mejor, y no me importará si los lloriqueos y chillidos del vulgo quieren rebajarme.

Escribo esta carta con la vaga esperanza de que entiendas por qué te rechazo.
Entiendo lo que piensas.
De la misma manera, quisiera poderte pedir que entiendas lo que pienso, pero sé que no lo harás. Desafortunadamente, siempre haces pataletas cuando descubres que alguien es superior a ti o a los que te rodean.

El desear aires de grandeza es más fácil que trabajar por ser mejor.

Atentamente:
Tu Superior.


miércoles, 29 de junio de 2011

El sueño tierno y la realidad brutal

Al parecer soy demasiado único para ser amado. No lo sé.

Mi soledad me pudre. Mi soledad me encierra en mi ficticio aunque colorido mundo interno, creado por el hambre de mi alma de llenar ese vacío interior.

No se puede vivir sin ser querido ni complementado. Mi desesperanzada y famélica alma ha intentado quererse y complementarse por sí misma, y hacerme sentir amado, aunque sea oníricamente, y ha hecho que a mi masculinidad se le sume una creciente femineidad y delicadeza, propios de aquella que debería ser mi amada; creando en mí una falsa plenitud, y una falta de sensibilidad que ni la más bella poesía puede sanar.

Yo soy capaz de amar como nadie más, y de sentir cariño con una titánica intensidad. ¿Por qué, entonces, no soy amado, sino sólo cuando me refugio en la fantasía?

Tuve un sueño vivo, intensificado...

Lo sentí apasionadamente, en medio de donde la suavidad de los sueños y la tosquedad del mundo se confunden.

Siento la tersa y suave piel de alguien que me amó. Sus radiantes y tiernos cabellos, que se confunden con el aire, y sus apacibles labios que suavizan con su contacto. Todo su cuerpo y su ser despiden una melosa esencia, sanadora y refrescante.

Te abrazo, y nos encaramamos el uno en el otro.

Te beso y empiezo a beber elíxires que brotan de tu boca.

Mis labios empiezan a rozarte. Todo es algo delicioso y ameno. Comienzo a llorar en paz, al igual que tú.

Todo es tan bueno...

A medida que me adentro en el sueño, todo adquiere un cariz de inmaculada pureza. Las cortezas son menos concretas y más espumosas, ligeras, aceitosas y delicadas. Siento hundirme en la profundidad de mi amada, y comienzo a sentir lo que ella siente, y yo siento que también ella siente lo que siento.

El ambiente es prolífico para la felicidad y naturalidad. Nuestra comprensión pura se empieza a agudizar, y comprendemos los matices de las ideas que tenemos en mente. Las cosas empiezan a fluir dulcemente. He empezado a olvidar la grosera dureza y estancamiento de aquel concreto mundo previo este sueño.

Tu tacto es tan relajado y laxo...Tu piel está expandida y al tocarla, siento cómo un delicioso rocío se desprende a medida que te acaricio. Nos hemos sensibilizado al punto de sentir las sutiles energías que emanan de nosotros. Hay un primor omnipresente.

Podemos respirar el uno del otro, y tocar nuestros olores, escuchar nuestras alegrías, presenciar nuestro tacto, y unir nuestros halagados sentidos.

A medida que el sueño se dulcifica y armoniza, y el ambiente adquiere delicadeza, las distancias desaparecen, y el grato sueño se torna indescriptible, y se torna en belleza pura. 

La finura y tersura del sueño vencen mi consciencia, sin que apenas lo note, aunque el sueño sigue volviéndose cada vez más suculento.

Al día siguiente, los amargos gritos de una persona me golpean como un cañonazo en la cara, devolviéndome crudamente a esa realidad donde sigo buscando a alguien que me ame; donde mis llantos no ayudan, y mis lágrimas no se disuelven.