¿Acaso tienen miedo de que eso vaya a cambiar el nivel de veracidad de ellas?
Lamento decepcionaros, pero las verdades no cambian a merced de la cantidad de respeto que se les dé.
Yo no exijo respeto a mis creencias, sino solamente a mi persona. No me importa qué imbécil esté o no de acuerdo, pues sigo pensando igual. No jodáis. Esto es algo elemental, que vuestros enfermos e infectos cerebros deberían ser capaces de entender.
Las ideas solamente existen en nuestra mente, mas no en el mundo real. Las ideas representan cosas; reales o no. Las ideas no tienen corona alguna que las haga dignas de respeto.
Las ideas se violan, se destrozan, se mastican, se desgajan, se queman y se giran, sin que tenga que haber una justificación moral para ello.
¿No pensáis como yo? Pues adelante, vosotros sois libres de pajearos mientras le mancháis todo el árbol genealógico a mí y a los que piensan como yo. Sois libres de insultar mi idea, de jugar con ella; incluso de pegar vuestros asquerosos mocos en mi idea.
Insultad a los que cooperan para que mis ideas crezcan y se enriquezcan; y a los que vieron a mis ideas nacer.
No le tengo miedo a los insultos, del mismo modo que no le tengo miedo a los daños imaginarios.
Las cosas reales son lo que realmente importa. Deberíais tenerlo bien claro. Eso es básico. No hay nada que haya que argumentar al respecto.
Las creencias son ideas, son mentiras o verdades; y lo que se haga con ellas no cambiará la realidad. La realidad cambia en el momento en que se empieza a actuar en el mundo real.
¿O será que a vuestras estrechas, imbéciles y pueriles mentes les gusta vivir en un universo irreal de fantasía? ¿Será que vuestro propósito es joder? ¿Será que no podéis aguantar nada? ¿Será que vuestras retrasadas mentes de mono no os permiten distinguir la realidad de la fantasía?
Si todos limitasen su pensamiento, no existiría la imaginación, y todo sería aun más aburrido. No existiría la literatura, ni las películas y obras de teatro hechas bajo pesadas dosis de marihuana, ni palabras potentes que llegan a penetrar nuestros sentimientos, ni pensamientos originales que nos alegran el día.
Además, no importa lo que hagáis, el nivel de veracidad de una idea no cambia porque cambie la forma de pensar de un insignificante humano.
El mundo real no funciona igual que el mundo de las ideas. Entendedlo.
En el mundo de las ideas todo es posible, y no hay restricción que valga.
Mientras que vuestro cuerpo físico está condicionado por las limitaciones de esta realidad tosca y caprichosa, vuestra mente es infinitamente libre, a menos que vosotros decidáis lo contrario y os dejéis limitar por tabúes y retrógradas pensamientos de "pensar esto o aquello es malo".
Sois libres. Burlaos de mi idea, satirizadme.
Además, podéis discutir conmigo, y convencerme de alguna cosa, y hacerme cambiar de parecer, pero eso no cambiará la realidad.
La verdad no cambiará. La verdad es UNA. Comprendedlo.
Lo que uno busca al tener creencias es acercarse a la verdad.
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